martes, 2 de junio de 2009

NACIONALIZACION DE LA POBREZA


A la hora de analizar el desarrollo de los parámetros sociales en Occidente, debemos tener en consideración una serie de referentes que nos harán llegar a conclusiones que a veces nos sorprenderán por su claridad meridiana a la hora de considerar la situación actual en la que se encuentra el "estado del bienestar" en las sociedades contemporáneas, y evidentemente la española. Las conclusiones pueden ser discutibles, pero tienen la virtud de su claridad. Empujadas a la superficie por la profundidad de la crisis. Ante todo tener claro que la crisis la sufren las principales economías del mundo, no es solo significativa por su intensidad, sino por su universalidad y por poner de manifiesto el profundo fracaso de un esquema orientado hacia la especulación financiera e inmobiliaria desaforada, la concentración del ingreso y la propiedad, la dilapidación y el mal uso de los recursos naturales, la inestabilidad y precariedad laboral y el estímulo al endeudamiento de las personas y de las familias, en general, y por la falta de democracia y claridad en el terreno económico y financiero.

El que dude del calado y la profundidad de La Crisis a día de hoy no es que falte a la realidad es que le falta realidad a su análisis, estamos ante una crisis sistémica globalizada, las principales economías industriales del planeta se encuentran en una profunda recesión, y en el mundo en desarrollo se está registrando una brusca desaceleración del crecimiento. Sin descartar que muchas economías importantes terminen por caer en una espiral deflacionaria que se convierta en una trampa difícil de salir.

La fe ciega en la eficiencia de los mercados financieros desregulados,basada en la creencia que el mercado financiero se autorregularia,inspirada por un fundamentalismo de mercado, ha fracasado estrepitosamente. El mercado financiero no solo no se ha regulado sino que ha acumulado enormes posiciones de riesgo cuya corrección ha precipitado a la economía mundial en un proceso de sobreendeudamiento, que sólo puede ser contrarrestado con medidas inflacionarias financiadas con endeudamiento público: Intervenciones estatales o puramente nacionalizaciones a las que se da un carácter provisional en el tiempo.

El papel y el peso crecientes de los inversores financieros en gran escala en los mercados inmobiliarios especulando con una necesidad social básica como es la vivienda ha afectado al aumento artificial de los precios y han aumentado su volatilidad.
En el período de auge económico se generaron burbujas inmobiliarias especulativas, que han estallado tras la conmoción de las hipotecas de alto riesgo, o subprime, no reguladas que han conducido a una especulación excesiva, con el consiguiente aumento de precio de la vivienda en un principio y ahora a una caída libre.

El tratamiento que desde una perspectiva capitalista se ha dado a los recursos naturales y al medio ambiente en general ha producido una sensación de desconexión entre éstos y la sociedad humana El nivel de consumo actual de las fuentes de energía, de las materias primas, del agua y de los recursos alimentarios alcanza un nivel tal, que no puede sino precipitar el carácter finito de los recursos naturales.

Concentración,Superpoblacion y explotación, han sido los axiomas sobre los que se ha sustentado este "milagro económico" apoyado en el boom inmobiliario, necesitado de mano de obra masiva y con escasa formación y preparación, ha recurrido sin ningún miramiento a la importación sin control de mano de obra inmigrante, primero clandestina y posteriormente regularizada, casi al final del ciclo vital del fenómeno constructivo, todo ello con fines puramente especulativos; control de salarios en el sector, precariedad laboral, desregularización de condiciones sociales, y finalmente inestabilidad y paro.

El porcentaje de las familias que no pueden cumplir sus compromisos económicos se acrecentó en los últimos meses. Si la economía no se reactiva y se sigue deteriorando el mercado laboral, aumentarán las dificultades para cumplir con los pasivos. Las familias estarían destinando 39,7% de sus ingresos mensuales a pagar deudas financieras, medido en salarios el total de endeudamiento es aún mayor, ya que como adelantó la consultora PricewaterhouseCooper´s, el nivel de endeudamiento llega a 9 salarios.

Así mismo en el mundo empresarial sobre todo en la pequeña y mediana empresa, los datos no son demasiado alentadores, según un estudio de Crédito y Caución, los niveles medios de impago crecieron un 159% favorecido por el impago de deudas contraídas por las administraciones, locales en en gran medida.

Es un hecho contrastado no vamos a descubrir nada si decimos que el actual sistema financiero mundial, no solo el español, es incompatible con libertad, democracia y bienestar, pues se caracteriza con la compra de voluntades políticas, el blanqueo de dinero, las cuentas secretas o el financiamiento de armamento y empresas contaminantes son sólo algunas de las acusaciones que acumulan continuamente las entidades financieras y bancarias más conocidas.

Todos estos parametros han fluido de manera incontrolada hasta inducir la Crisis Global Sistemica que padecemos, y todo parece indicar que las medidas tomadas hasta el momento para salir de ella, no son las acertadas pues, en gran medida, son pequeños parches porosos cuyo fin es alargar lo más posible la vida del gigante moribundo, sin atreverse a incidir en la fuente del mal. Como hace tiempo alguien dijo, del capitalismo lo que sobran son los capitalistas, no el capital. El Estado interviene los grandes bancos y las grandes empresas en bancarrota, socializando de esta manera las perdidas, pero no lo hace con las que tiene grandes beneficios, si no hiciera lo mismo con las familias trabajadoras en bancarrota, hasta ahora no lo hace, acudiendo en su rescate y financiación estará demostrando quién le sujeta la correa al otro lado.