
En la historia reciente de RAESA estamos asistiendo a sismos bruscos, descontroladas sacudidas que se producen, debido a la confluencia de distintos intereses y fuerzas encontradas desde hace algún tiempo, enfrentamientos personales, unidos a una natural toma de conciencia por un determinado colectivo hasta ahora apático y prendido del mundo virtual. Toda esta liberación de energía, busca una reorganización y una correlación de fuerzas y alcanzar de esta forma un estado de equilibrio generacional y sindical, puede ser natural y correcto en los fines pero no asi en los medios y en los planteamientos. Esta potencial liberación de energía se esta produciendo de forma explosiva y poco controlada en vez de liberarse gradual y elasticamente acomodandose a las situaciones concretas de cada momento, y de los modelos participativos que tienen a su alcance. La falta de experiencia, la invidencia y la poca capacidad de autocritica que están demostrando, es fácil que les empujen al fracaso como experiencia frustrada, y es una pena. Pero, mas dramáticas pueden ser las consecuencias aún, si en un desmedido afán de protagonismo se arrastra a un determinado numero de trabajadores a situaciones sin salida y que pongan en entredicho lo conseguido en años de brega y disputas con patronales cicateras (AREAS) y "entes" un poquito cabroncetes (AENA),la fuerza sin control no sirve de nada, no es sólo un anuncio, es la realidad, y el muro esta mas cerca de lo que parece. Los cachorros deben aprender a cazar en manada, siguiendo unas normas éticas y tácticas. Y llegar a encabezar las manadas es cuestión de aprendizaje, de superación y de obediencia al bien común, cuando esto no se respeta, el objetivo se escapa y las manadas pasan hambre.
Mateo 7:25
Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.