Cuando los acontecimientos se han precipitado, y el cuadro temporal está ya plasmado en hechos consumados, es tiempo del analisis y de la reflexión.Venimos de una época en que el mundo del trabajo era muy estable el trabajador sabía que si era honesto con su compañía era prácticamente seguro que conservaría su puesto de trabajo de por vida. Pero las cosas han cambiado y hoy cualquiera, por buen profesional que sea, puede perder el empleo. Y el despido es un proceso muy duro, es una vivencia difícil de encajar, cada despido es un gran drama en lo personal.
Y en lo general cada despido es un paso que nos acerca a un mundo de precariedad laboral, de derechos disminuidos y de incertidumbre.
Pero hoy más que nunca es conveniente hacer saber a quien quiera oirlo, que los trabajadores de RAESA no vamos a dejarnos arrastrar por coyunturas económicas, ni por ajustes presupuestarios. Tenemos nuestros derechos y como tambien cumplimos con nuestras obligaciones, vamos a extremar la vigilancia para que ni uno solo de esos derechos se vea mermado, por ningun tipo de presion ni coacción. La responsabilidad de la buena o de la mala gestión que se esta llevando es de la dirección de la Compañia no de la acción de los trabajadores, por un lado. Y por otro, el alto índice de absentismo que sufre la Compañia, el cual solo es culpa de la falta de motivación de los trabajadores en estos últimos tiempos, de la falta de condiciones en materia de salud laboral, la cual es denunciada por el comité constantemente, y de la torpeza mas absoluta en la resolución profesional de la Mutua.
Los trabajadores tenemos que manifestarnos mas unidos que nunca, más atentos que nunca y más preparados que nunca para lo que en un futuro pueda acaecer.