Llevo algún tiempo afirmando y escribiendo (coincidiendo en algo, con alguno de vosotros) que RAESA ya no es lo que era comparándola con tan solo diez años atrás. Plantearse cambiar el esquema económico, creer que otro marco laboral es posible y no analizar la nueva correlación de fuerzas, o pensar que estamos en la bonanza económica de 1998, es una simpleza que nos puede llevar a cometer errores o vivir en una decepción abrumadora, si pensamos que el neoliberalismo empresarial catalán es fácilmente derrotable. Estaremos pecando de arrogantes y necios, tenemos que adoptar otro visor de la realidad, con reservas y prudencia, pues las coces del viejo asno, aún en su decadencia,(teóricamente su concesión terminará el 31/12 del 2012) pueden ser peligrosas y dañinas, y de mi análisis nada se atrevería a profetizar el declive "imperial" de AREAS. Lo que si puedo afirmar es que algo esta cambiando. Para algunos de nosotros el hecho de trabajar en el área hostelera aeroportuaria de España más europea, no nos deja, en ocasiones vislumbrar, lo que ocurre a nuestro alrededor, (la noche nos confunde)abrumados tal vez por la metódica tarea de desmontar, destruir y desprestigiar precisamente la mejor aportación que RAESA puede ofrecer como ejemplo al resto del Sector, el estado social creado por la filosofía de su Acuerdo Laboral.(hay que leerlo de vez en cuando).Por otra parte, en esta época de la comunicación y de las redes sociales, hay profetas "iluminados" que siguen haciendo creer a sus clientes cautivos por la crisis y el momento económico personal, a las masas narcotizadas por su des información, que la comunidad de valores, la democracia sindical y por tanto la cultura laboral de RAESA y la fuerza están en manos exclusivamente de un viejo y torpe Comité, pagado de si mismo y anclado en la autocomplacencia y el conformismo. Lo que realmente está ocurriendo es que la recetas milagro para competir en el nuevo mundo de la restauración aeroportuaria que llega, nos esta obligando (ala clase trabajadora)a reinventar y montar todas las cargas y controles sobre el capital que seamos capaces y que nos salvaguarden nuestros derechos sociales, y conduzcan a una etapa mas optimista en que nosotros los trabajador@s podamos afianzar nuestros logros. Pero para todo ello no es imprescindible, no cagarla y quedarnos tan panchos. Recordemos que el Comité, y sus miembros electos democráticamente por porcentajes de voto que harían palidecer de envidia a cualquier dirigente político, tienen su vigor y su vigencia, y la formula para cambiar esto se llaman ELECCIONES SINDICALES.(para las cuales faltan menos de cuatro meses). El sistema no tiene síntomas de decadencia, es el mejor que hay para los trabajadores, si queremos avanzar controlemos nuestra retaguardia. Fortalezcamos nuestros foros de participación creámonos y creemos alternativas sociales de recambio. La defensa de los intereses de los Trabajadores de RAESA nos obliga a actuar conjuntamente y a utilizar los instrumentos comunes que tejen la necesaria complementariedad de fuerzas que nos pueden hacer encarar esta nueva etapa laboral con optimismo. Es la única solución razonable y digna.
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