No es novedad que ante ciclos económicos difíciles, como los que ahora vivimos, las repercusiones negativas de la crisis recaigan sobre los más débiles de la sociedad.
La derecha neoliberal desde el gobierno nacional y autonómico ha ido devaluando el papel que las instituciones públicas y, especialmente, del movimiento sindical. Quiere dinamitar y convertir en cenizas el papel que han tenido en la protección y defensa de los más desfavorecidos y de los trabajadores. Quieren acabar con el Estado del Bienestar que tantas décadas ha costado conseguir. Privatizando las ganancias socializando las perdidas, con el único objetivo de proteger los beneficios de las grandes corporaciones y de los que ostentan el poder económico. Desde la derecha se aprestan a aplicar las viejas y rancias recetas de moderación salarial, de abaratamiento del despido, la bajada de impuestos o la reducción del gasto público, son algunas de las medidas que reclaman los defensores del nuevo liberalismo que intenta eliminar el actual marco de relaciones laborales y desgastar la Democracia.
Sin Servicios Públicos ni Sindicatos no hay Democracia. Hay que consolidar unas relaciones laborales al servicio del trabajador y del bienestar de las personas que formamos La Comunidad, a través de una economia productiva y no a favor de los pelotazos económicos de la ingeniería financiera y del beneficio especulativo.
Hoy mas que nunca es necesaria una Gran Movilización Ciudadana que dé una respuesta contundente a nivel nacional, europeo e internacional: los trabajadores, los ciudadanos, las fuerzas sindicales, sociales y políticas progresistas, debemos poner todo nuestro empeño para cambiar la deriva neoliberal de la actual cultura económica. Esta en juego nuestro futuro y el de nuestros hijos.
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